13 de noviembre de 2011

Miss you [TamaYama]


Este es un fic de Sandra-chan :3 absolutamente todo le pertenece a ella.
Muchas gracias Sandra-chan :3 <3
Por favor, comentad para que Sandra-chan escriba más~!


Título:Miss You
Autora: Sandra-chan
Pareja: Tamamori Yuta x Ryosuke Yamada
Extensión:one-shot





MISS YOU


No era la primera vez que lo veía pero, por alguna razón, estaba más nervioso que nunca. Desde que Kis-My-Ft2 debutó, Ryosuke no había vuelto a ver a Tamamori y muchas dudas le vinieron a la cabeza. ¿Sería Tamamori el mismo chico tímido que conocía? ¿Se le habría subido la fama del debut a la cabeza? Ryosuke tenía miedo de aquello, porque la verdad era que siempre había estado enamorado del tímido y amable Tamamori Yuta, desde que lo conoció por primera vez durante los ensayos de un Shounen Club. Ahora, siete años después de aquel día, muchas cosas habían cambiado. Él mismo había conseguido debutar junto a sus amigos formando Hey! Say! JUMP y ahora era el turno de Tamamori. Esa mañana su manager les avisó de que Hey! Say! JUMP haría una aparición especial en el concierto debut de Kis-My-Ft2. Durante sus días como junior, Ryosuke podía ver a Tamamori casi todos los días, ya que compartían escenario durante los Shounen Club y otros programas. Pero desde que Hey! Say! JUMP debutó, casi no había tenido la oportunidad de verlo. Pero aquel día se encontrarían de nuevo, por fin. Aquello hacía que el corazón de Ryosuke quisiera salirsele del pecho pero, por otra parte, tenía miedo de que su relación hubiese cambiado. En realidad, Tamamori no sabía lo que sentía por él, nadie lo sabía. Aquellos sentimientos eran algo que Ryosuke se guardaba para sí mismo, como un valioso tesoro.

- ¿Estás listo? - le preguntó Chinen interrumpiendo sus pensamientos - En cinco minutos salimos.

El muchacho salió por la puerta del camerino y Ryosuke, tras mirarse por última vez en el espejo, salió detrás suya. Los demás JUMP ya estaban listos, esperando junto a la puerta que llevaba al gran escenario del Tokyo Dome, donde Kis-My-Ft2 estaba actuando. Ryosuke estaba nerviosismo, hacía mucho tiempo desde la última vez que se había sentido así antes de salir a un escenario. Cuando se quiso dar cuenta, escuchó al líder de los Kisumai anunciar su aparición y vio a sus compañeros salir uno a uno por la puerta. Respiró hondo, se dedicó a si mismo unas palabras tranquilizadoras y salió, el último, por la puerta. Entre los grandes focos de luz, el gran estruendo que produjeron las fans al verlos y la música que sonaba de fondo, Ryosuke no pudo ver ni oír nada más. Siguió a sus compañeros en fila mientras saludaban a sus anfitriones dándoles la mano o, en algunos casos, un abrazo. El muchacho pasó por cada uno de los Kisumai estrechándoles la mano. En realidad no veía sus caras, no sentía el tacto de sus manos. Estaba tan aturdido por los nervios que simplemente seguía hacia delante, sin darse cuenta. Cuando le estaba estrechando la mano a Fujigaya, se dio cuenta de que solamente le quedaba un miembro al que saludar: Tamamori. De repente levantó la mirada y vio a Daiki hablando tranquilamente con él, estrechándole la mano amistosamente. A su vez, Fujigaya le estaba hablando a él, pero no lo estaba escuchando. Estaba absorto en la sonrisa de Tamamori, en sus ojos, en su cara... Si no fuera porque se había tintado el pelo de negro, nada había cambiado, esa era la mágica sonrisa que lo había cautivado desde la primera vez que lo vio. Allí estaba él, el chico que le había vuelto loco desde hacía tanto tiempo, a tan solo unos pasos. Pero algo horrible ocurrió a continuación. Ryosuke vio como Daiki se apartaba de Tamamori para ponerse junto a los demás JUMP y eso significaba que era su turno para saludarlo. Pero los nervios lo atacaban, podían con él y su cuerpo se movió antes de que pudiese darse cuenta. De repente bajó la mirada al suelo, pasó por al lado de Tamamori sin pararse a saludarlo y se colocó entre Takaki y Yabu queriendo desaparecer. Ryosuke tenía los puños apretados, el corazón le latía a mil por hora y se repetía una y otra vez a sí mismo: “¡Idiota, eres un idiota!”. Nadie se dio cuenta de lo ocurrido, ya que el show continuó. Kitayama comenzó a hablar con el público, explicando porqué estaban hoy allí y anunciando la canción que iban a cantar. Mientras el líder hablaba, Ryosuke miró disimuladamente a Tamamori y, para su sorpresa, el chico ya no sonreía, estaba serio y cabizbajo. ¿Se habría enfadado por el gesto de Ryosuke? “Seguramente”, pensó él y se maldijo una y otra vez. Ryosuke estaba tan concentrado en sus propios pensamientos que no siguió escuchando lo que decía Kitayama, pero se dio cuenta de que tenía que moverse cuando los Kisumai bajaron del escenario y sus compañeros JUMP se colocaron en sus posiciones. Seguramente aquella fue la peor actuación de su vida: la voz le temblaba y se olvidó de algunos pasos. Cuando por fin terminaron, Ryosuke no esperó para despedir a las fans con los demás JUMP, bajó directamente del escenario y se metió por los pasillos del backstage. Estaba cansado, sudado, confundido, avergonzado... lo único que quería era darse una rápida ducha y meterse en la furgoneta de los Hey! Say! JUMP para irse lo más rápido posible a casa. Pero, ¿donde demonios estaban las duchas de los invitados? Ryosuke había estado muchas veces en el Tokyo Dome, pero solamente recordaba donde estaban las duchas que usaban ellos mismos cuando estaban de gira. Caminó y caminó rápidamente por el backstage del Dome hasta que llegó a aquellas duchas. “¡Qué más dará!” se dijo y abrió la puerta de golpe. Pero el destino quiso hacerle una jugarreta, ya que aquellas duchas no estaban vacías. Allí estaba él, Tamamori, de pie justo enfrente suya. Solamente llevaba unos pantalones vaqueros puestos, solo eso. Tenía el pelo mojado, seguramente acababa de darse una ducha, ya que se lo estaba secando con una toalla blanca. Pero cuando Ryosuke irrumpió en las duchas, el muchacho se quedó quieto mirándolo fijamente. Ryosuke también estaba paralizado, contemplando la maravillosa escena que tenía delante de sus ojos. Tamamori, el chico de su vida, el amor de su vida estaba delante de sus narices descamisado y con el pelo mojado y revuelto. No podía dejar de mirarlo de arriba a abajo, era precioso, mucho más de lo que hubiera imaginado en cualquiera de sus sueños. Pero de repente el muchacho sintió una presión en los pantalones que le hizo recobrar el sentido, no debería estar allí, no debería sentir lo que sentía. Rápidamente y más avergonzado que nunca, Ryosuke se dio la vuelta y salió de las duchas sin decir nada. El otro muchacho reaccionó enseguida: tiró la toalla que tenía en la mano y salió corriendo detrás de él.

- ¡Espera! - gritó - ¡Yamada, espera!

Ryosuke escuchó como lo llamaba a sus espaldas, pero no quiso detenerse, no quería que Tamamori lo viese así. “Me odiará después de esto” pensaba una y otra vez.

- ¡Para! - gritaba Tamamori detrás suya - ¡Yamada, por favor!

Y entonces lo alcanzó y lo agarró por el brazo para detenerlo. Ryosuke no se dio la vuelta para mirarlo, pero tampoco siguió huyendo. Se quedó quieto, con el corazón a mil y la presión entre las piernas que no desaparecía.

- ¿Por qué llevas todo el día ignorándome? - preguntó el otro sin rodeos - ¿Ne?

Justo en ese momento se oyeron unos pasos y unas voces por el pasillo. Tamamori agarró suavemente a Yamada y lo condujo hacia el aseo que tenían al lado. El menor se dejó arrastrar hasta dentro de uno de los retretes individuales. Tamamori cerró la puerta de golpe y apoyó a Yamada sobre esta. Se quedaron quietos durante un rato, hasta que oyeron pasar a algunos miembros del staff por delante del aseo. Ryosuke ya no podía más con sus nervios. Tenía al chico que siempre había querido más cerca de lo que nunca lo había tenido. Podía oler su aroma, podía sentir su tacto, y aquello no ayudaba para nada a mejorar la situación.

- Ahora dime - le dijo Tamamori mirándolo a los ojos - ¿Qué te pasa conmigo? ¿Qué he hecho?

- Nada - consiguió decir Ryosuke con voz ronca - Nada...

- Venga ya - dijo el mayor riendo - Te conozco y se como eres, algo te pasa.

Al escuchar aquello, todos los sentimientos que había acumulado durante todo el día estallaron. Miró por primera vez a Tamamori a los ojos, lo agarró por el brazo por el que lo estaba sujetando y lo estampó contra la pared de enfrente.

- ¡Tú no sabes nada! - gritó - ¡No tienes ni idea!

Nada más hacer lo que hizo y decir lo que dijo, Ryosuke se arrepintió. ¿Pero que mierda hacía? ¿Qué forma era esa de arreglar la situación? Tamamori lo miraba confundido, pero no enfadado, desde la pared de enfrente. “Ya no hay vuelta atrás” se dijo.

- Llevo años esperando este momento - escupió - Quería verte... solo... quería verte.

La cara de Tamamori pasó de la confusión a la sorpresa y entonces supo que debía callarse, que ya había hehco suficiente. Antes de que pudiera contestarle cualquier barbaridad que no quería oír, Ryosuke abrió la puerta del retrete y salió hacia el aseo. Pero antes de salir por la puerta, Tamamori lo había vuelto a agarrar suavemente del brazo para detenerlo. Ryosuke sabía muy bien lo que venía a continuación y, antes de que lo oyese de la boca de su amado, se dio la vuelta y habló él:

- Sé lo que estas pensando - dijo - Sé que no eres gay. Sé que no sientes eso por mí. Sé que he hecho el ridículo más grande de mi vida. Pero no tenemos porqué volver a hablar del tema nunca más. No tenemos que volver a...

- Baka... - dijo Tamamori sonriendo interrumpiéndolo.

Y entonces lo agarró suavemente con los dedos por la barbilla para que lo mirase a los ojos y le besó dulcemente en los labios. Al separase de nuevo, vio la cara sorprendida de Ryosuke y sonrió.

- Yo también quería verte - le dijo - Durante siete años he esperado el momento de volver a verte.

Antes de que se diese cuenta, Ryosuke estaba besando y abrazando fuertemente a Tamamori. Aquellas palabras eran las que siempre había oído en sus sueños y ahora por fin podía oírlas de verdad. ¿Era aquello un sueño? Si lo era, no quería que acabase jamás. Era perfecto, todo lo era. Podía sentir el calor de Tamamori bajo sus brazos, podía sentir la suavidad de sus caricias, la dulzura de sus besos. Y, antes de que el sueño acabase, tenía que pronunciar las palabras que tantas veces había pronunciado en sus sueños:

- Te quiero, Yuta.

- Yo también te quiero, Ryosuke.



FIN 

Sandra-chan ^^

2 comentarios:

  1. Wuaaaaaaaaa!!! Por un lado: que vergüenzaaaa jaja Pero por el otro: que ilusión!! ^^ Casi lloro cuando lo he visto! Muchísimas gracias por publicarlo chicas! No sabéis lo contenta que estoy ahora mismo! jaja. Es un honor para mi que mi fanfic esté aquí publicado, espero, de corazón, que a todo el mundo que lo lea le guste :) Es la primera vez que escribo uno así que... jeje. Si gusta, estoy más que decidida a escribir más, porque ideas no me faltan! jaja. Muchos saludos chicas, y mil gracias, de verdad. ^^

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  2. waaaaa me encanto!!! Es la primer vez que leo esta pareja en un fiiic pero la ame.....escribeees muuuy biien. Espero leer mas fics tuyoooos n.n

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