Por fiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiin sí lo se, por fiiiin ;________; perdón pero no sabeis lo que son mis exámenes, dios mío, cada vez son peores ;_______; amo las asignaturas que doy y amo historia del arte pero peeeero U_____U es matador.
Pero ayer acabé, tuve mi tarde de descanso y hoy mismo he acabado el inodai y he empezado el siguiente capitulo. Acabará no muy lejos en el tiempo de modo que intentaré ir adelantándome a las publicaciones e ir haciendo para no hacer esperar tanto al blog ;________; nuestro bloggecito precioso amoroso que tanto quiero y no cuido sniff -se va a llorar a un rincón(?)-
Bueno, no importa >_____< aquí estoy con el principio de el desvelo del secreto de Mika. Tachaaan! ò...o
Ya, ya se que no es interesante para la mayoría peeero xD Si a alguien le interesa, aquí empezamos. Parte One~ jeje
A todo esto, quiero dedicarle este capi a una ..no a 2 personas, y por supuesto a tooooodas aquellas que siempre nos apoyan, visitando aún cuando no actualizamos ;_; (por favor no os sintáis olvidad@s por que no pongamos vuestros nombres directamente, mi memoria unido a mis continuos lapsus me hace ser un desastre u_u Pero sabemos que pasáis, el marcador de visitas precioso nos lo confirma♥) Bueno como iba diciendo.
Quiero dedicarle este capi a Chinen, cuyo cumpleaños is TODAY! ♥ OMEDETTO!!! Te queremos~
Y a nuestra últimamente malita y no de muy buen humor Komaki. Que por alguna razón no se cura...Y como no se hacer nada más, desde aquí también deseo que se ponga bien pronto.
Deseadlo conmigo >o<
Bueno, hontoni arigatou a todoos! Chu~
Ushi♥~
Capitulo 15: Todo lo que desconocía
Nada. No dijo nada. Se quedó completamente callado y se marchó
de allí sin responder a mi pregunta…Dime Mika… ¿Quién es él? ¿Por qué te
conoce? Y… ¿Qué sabe de mí?
No entendía nada y tampoco sabía si lo quería entender. Todo
daba vueltas, mi cabeza parecía plomo y mi vista cada vez estaba más nublada.
Me levante con las pocas fuerzas que me quedaban, arrastrando
mis pies por allí por donde pasaba y sujetando mi hombro como si se me fuera a
salir del sitio si dejaba de hacerlo. Me dolía el cuerpo entero y no sabía a
penas por donde andaba. Mi mente había dejado de procesar la información, solo
quería llegar a casa, andando, si así se le podía llamar, por calles que me
sonaban. Buscando lugares que medianamente mis ojos reconocieran para encontrar
el camino a casa. Y llegué. Aún no recuerdo cómo pero allí llegué. Recuerdo
estar tumbado en el sofá. Recuerdo el sabor agridulce de la sangre proveniente
de mi labio inferior y un dolor insoportable que no me dejaba de asolar a mi
hombro. El estómago me ardía y la cabeza parecía quererme explotar. Todo me
daba igual, solo quería dormir, olvidar, dejar de pensar…Desaparecer…
Sin embargo nada iba a quedar así. Quería una explicación y
sin duda la iba a obtener. Como mucho tardar, al día siguiente.
-Arioka Daiki….- puse mi antebrazo sobre mis ojos con
cuidado - vas a tener que rendir cuentas conmigo…
Cuando desperté, me dolía toda la cara y el brazo izquierdo.
Sabía lo que había pasado aunque no podía recordar las escenas vividas
detalladamente. O quizás si…la última.
Me duché y limpié algunas de las heridas más llamativas con
algún que otro desinfectante que quedaba guardado en los cajones. Tapé un par
de ellas para que sanaran antes y terminé de vestirme, dispuesto a salir; a ir
a buscarle.
Bajé lentamente las escaleras, sin ganas. Una parte de mi
cuerpo quería encerrarse en mi cuarto y no salir a la calle nunca más pero
otra, en cambio, quería una explicación. La necesitaba. Por una vez, mi mente y
mi corazón estaban de acuerdo en algo.
Una vez abajo, alcancé con la mano sana la chaqueta y las
llaves y me dirigí a la puerta para abrirla. Un par de pasos más y mi mano
estaba en el pomo de la puerta.
Sabía lo que me esperaba fuera, sabía que dolería, pero esta
vez había algo que había cambiado en mí… Nunca, nunca más volvería a ser un
cobarde. - Los cobardes…son demasiado fáciles de engañar… - sonreí de medio
lado, con ironía y amargura y giré por fin el pomo para abrir. Y allí estaba.
Por alguna razón no me sorprendía encontrarle allí delante,
justo en frente de mí, serio, tranquilo. Todos aquellos rasgos que le caracterizaban.
Ande despacio hacia él, como si mi pretensión fuera la de ignorarle. Y él, por
su parte, también en su rol, esperaba callado a que yo llegase. Pasé por su
lado y paré unos segundos para hablarle.
-Aquí no – secamente y sin ganas dejé que el aire de mis
pulmones llegara hasta mi boca y saliera por ella reproduciendo esas palabras,
para luego ponerme a andar hacia donde ambos intuíamos.
Ni siquiera mostró un indicio de sus pensamientos. No abrió
la boca. Me seguía en silencio, como si las palabras fueran a traicionarle en
cualquier momento. Yo andaba sumido en mis pensamientos, dejando que mi cuerpo,
casi por inercia, me condujera a aquel lugar al que quería llegar. Un camino
que mis piernas sabían de memoria y que al parecer, no era él único a quien le
resultaba especial.
Llegamos por fin a aquel viejo puente que por aquellas
fechas ya dejaba ver los indicios de la estación que entraba; los árboles
estaban mudando y el suelo, repleto de hojas secas, poco a poco era barrido por
el viento que ya anunciaba la llegada de la primavera. Paré en seco y apoyé mis
antebrazos en el límite del puente, cruzados, mirando hacia donde las hojas bailaban
en un compás nostálgico, al menos a mí perecer. Suspiré.
-Ahora, si quieres hablar, es el momento en que te voy a
escuchar. Cuando termines será mi turno. No aceptaré una pregunta sin respuesta.
- giré la vista para mirarle seriamente a los ojos – No sé quién eres, no sé
por qué sabes quién es Mika ni por qué reconoces de algún modo este lugar…Pero
desde luego vas a decírmelo, ¿verdad? – dejé que una sonrisa irónica invadiera
mi rostro esperando una respuesta, pero apenas pude sostener aquel frío gesto.
Tanto por el dolor que me producía la aún reciente herida en el labio inferior,
como por las pocas ganas de dejar que me dominara la ironía que tenía.
Daiki no respondió. Se limitó a acercarse hacia donde estaba
y apoyarse de espaldas junto a mí, descansando los codos cerca de donde se
apoyaban mis brazos. Esperé mientras veía en sus oscuros ojos como pasaban las
ideas, los pensamientos, los recuerdos…Entonces comenzó a hablar:
-Mika fue…mi compañero de clase…y mi mejor amigo…
Aquello me dejó de piedra. ‘‘¿Mejor amigo?’’ No lo
entendía…Mejor amigo implica un tipo de relación muy cercana. Demasiado cercana
para lo que yo pretendía escuchar. Sabía que guardaban alguna secreta e
incógnita vida que sólo ellos habían conocido, pero desde luego nunca pensé que
Mika, MI Mika, tuviera otro…mejor amigo.
Algo se me atragantó en la garganta. No era mi propiedad. Ya
lo sabía. Sin embargo, aquello no me gustaba nada… Era aquella sensación de
quedarse fuera, de acabar de descubrir un mundo al que no perteneces y al que
nunca más podrás acceder. Y lo peor de todo es que ese mundo era el mundo de
Mika, el de mi mejor amigo, mi único amigo…Tenía un mundo a parte a mi… ¿Por
qué?
Quería acribillarle a preguntas y no parar hasta quedarme
satisfecho pero cerré los ojos, suspirando levemente. Relajé los hombros y le
dejé seguir. Todo aquello, no hacía más que empezar.
-Fue mi mejor amigo sin embargo…Yo nunca fui el suyo~ - Giré
la vista para mirarle abriendo un poco los ojos con sorpresa. Cada vez entendía
menos. Pude ver como dirigía la mirada hacia mí de reojo, dejando escapar una
sonrisa frívola. Falsa. – Cómo nos conocimos, cuándo y por qué son datos sin
importancia y que… - Volteó para quedarse a mi lado, mirando hacia el inmenso
espacio que se abría ante nosotros bajo el puente – no son de tu incumbencia.
Eso me molestó en cierto modo pero no rechisté. Sabía
perfectamente como se sentía. Sabía lo que significaba querer proteger lo que
es tuyo y de nadie más, tus recuerdos. Lo poco que te queda de alguien. Esos
‘‘datos sin importancia’’ que son sólo tuyos y suyos, y de nadie más y que, por
tanto, no estás dispuesto a compartir. Solo esperé.
Me miró a la expectativa de alguna muestra expresiva por mi
parte, pero a los pocos segundos comprendió, y continuó.
-Pasé – Dudó – se podría decir que una larga temporada con
él. Y fue divertido – Se quedó en silenció – Una vez hasta llegué a pensar que
le conocía –Entonces le oí reír un poco. Casi para sí mismo. – Que ingenuo
De nuevo un incómodo silencio. Pensé que estaría
recapacitando cómo decir las cosas. Pensé que no tardaría en volver a hablar,
pero los segundos pasaban y yo empezaba
a impacientarme así que giré la cabeza dispuesto a pedir explicaciones de una
vez cuando me di cuenta de que una discreta y pequeña lágrima descansaba sobre
su mejilla. No lo entendí. Su rostro no estaba triste, no era nostálgico… Ni si
quiera parecía que estuviera llorando, como si por propia voluntad aquella
lágrima hubiese querido huir desde sus ojos y explorar la tersa piel de su mejilla
a traición.
-Es ahora, seis años después cuando verdaderamente le
conozco… Después de seis años buscando una explicación…Después de seis años
intentando comprender que tenía aquella persona especial para él que no tuviera
yo…Seis años… - dirigió hacia mí una mirada furtiva – intentando encontrar al
responsable de su muerte….Hasta que lo encontré…. Inoo Kei.
2.12.2011
~♥Te quiero, Hikaru♥~
o-o- no me fije que ya habias actualizado espere mucho esta continuacion. pero que es lo que pasa con amboas sus actitudes son extrañas me encanta
ResponderEliminarualfue la razon de la muerte de mika y afddfgd
^^ Me encanta veros por aquí!!! Komaki, espero que te mejores pronto!!! Ánimo!!
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