30 de noviembre de 2011

Mi vida sin ti.... Cap.15

Por fiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiin sí lo se, por fiiiin ;________; perdón pero no sabeis lo que son mis exámenes, dios mío, cada vez son peores ;_______; amo las asignaturas que doy y amo historia del arte pero peeeero U_____U es matador.
Pero ayer acabé, tuve mi tarde de descanso y hoy mismo he acabado el inodai y he empezado el siguiente capitulo. Acabará no muy lejos en el tiempo de modo que intentaré ir adelantándome a las publicaciones e ir haciendo para no hacer esperar tanto al blog ;________; nuestro bloggecito precioso amoroso que tanto quiero y no cuido sniff -se va a llorar a un rincón(?)-
Bueno, no importa >_____< aquí estoy con el principio de el desvelo del secreto de Mika. Tachaaan! ò...o 
Ya, ya se que no es interesante para la mayoría peeero xD Si a alguien le interesa, aquí empezamos. Parte One~  jeje 

A todo esto, quiero dedicarle este capi a una ..no a 2 personas, y por supuesto a tooooodas aquellas que siempre nos apoyan, visitando aún cuando no actualizamos ;_; (por favor no os sintáis olvidad@s por que no pongamos vuestros nombres directamente, mi memoria unido a mis continuos lapsus me hace ser un desastre u_u Pero sabemos que pasáis, el marcador de visitas precioso nos lo confirma♥) Bueno como iba diciendo.
Quiero dedicarle este capi a Chinen, cuyo cumpleaños is TODAY! ♥ OMEDETTO!!! Te queremos~ 
Y a nuestra últimamente malita y no de muy buen humor Komaki. Que por alguna razón no se cura...Y como no se hacer nada más, desde aquí también deseo que se ponga bien pronto.
Deseadlo conmigo >o<

Bueno, hontoni arigatou a todoos! Chu~ 
Ushi♥~



Capitulo 15: Todo lo que desconocía



Nada. No dijo nada. Se quedó completamente callado y se marchó de allí sin responder a mi pregunta…Dime Mika… ¿Quién es él? ¿Por qué te conoce? Y… ¿Qué sabe de mí?

No entendía nada y tampoco sabía si lo quería entender. Todo daba vueltas, mi cabeza parecía plomo y mi vista cada vez estaba más nublada.

Me levante con las pocas fuerzas que me quedaban, arrastrando mis pies por allí por donde pasaba y sujetando mi hombro como si se me fuera a salir del sitio si dejaba de hacerlo. Me dolía el cuerpo entero y no sabía a penas por donde andaba. Mi mente había dejado de procesar la información, solo quería llegar a casa, andando, si así se le podía llamar, por calles que me sonaban. Buscando lugares que medianamente mis ojos reconocieran para encontrar el camino a casa. Y llegué. Aún no recuerdo cómo pero allí llegué. Recuerdo estar tumbado en el sofá. Recuerdo el sabor agridulce de la sangre proveniente de mi labio inferior y un dolor insoportable que no me dejaba de asolar a mi hombro. El estómago me ardía y la cabeza parecía quererme explotar. Todo me daba igual, solo quería dormir, olvidar, dejar de pensar…Desaparecer…

Sin embargo nada iba a quedar así. Quería una explicación y sin duda la iba a obtener. Como mucho tardar, al día siguiente.

-Arioka Daiki….- puse mi antebrazo sobre mis ojos con cuidado - vas a tener que rendir cuentas conmigo…

Cuando desperté, me dolía toda la cara y el brazo izquierdo. Sabía lo que había pasado aunque no podía recordar las escenas vividas detalladamente. O quizás si…la última.

Me duché y limpié algunas de las heridas más llamativas con algún que otro desinfectante que quedaba guardado en los cajones. Tapé un par de ellas para que sanaran antes y terminé de vestirme, dispuesto a salir; a ir a buscarle.

Bajé lentamente las escaleras, sin ganas. Una parte de mi cuerpo quería encerrarse en mi cuarto y no salir a la calle nunca más pero otra, en cambio, quería una explicación. La necesitaba. Por una vez, mi mente y mi corazón estaban de acuerdo en algo.

Una vez abajo, alcancé con la mano sana la chaqueta y las llaves y me dirigí a la puerta para abrirla. Un par de pasos más y mi mano estaba en el pomo de la puerta.

Sabía lo que me esperaba fuera, sabía que dolería, pero esta vez había algo que había cambiado en mí… Nunca, nunca más volvería a ser un cobarde. - Los cobardes…son demasiado fáciles de engañar… - sonreí de medio lado, con ironía y amargura y giré por fin el pomo para abrir. Y allí estaba.

Por alguna razón no me sorprendía encontrarle allí delante, justo en frente de mí, serio, tranquilo. Todos aquellos rasgos que le caracterizaban. Ande despacio hacia él, como si mi pretensión fuera la de ignorarle. Y él, por su parte, también en su rol, esperaba callado a que yo llegase. Pasé por su lado y paré unos segundos para hablarle.

-Aquí no – secamente y sin ganas dejé que el aire de mis pulmones llegara hasta mi boca y saliera por ella reproduciendo esas palabras, para luego ponerme a andar hacia donde ambos intuíamos.

Ni siquiera mostró un indicio de sus pensamientos. No abrió la boca. Me seguía en silencio, como si las palabras fueran a traicionarle en cualquier momento. Yo andaba sumido en mis pensamientos, dejando que mi cuerpo, casi por inercia, me condujera a aquel lugar al que quería llegar. Un camino que mis piernas sabían de memoria y que al parecer, no era él único a quien le resultaba especial.

Llegamos por fin a aquel viejo puente que por aquellas fechas ya dejaba ver los indicios de la estación que entraba; los árboles estaban mudando y el suelo, repleto de hojas secas, poco a poco era barrido por el viento que ya anunciaba la llegada de la primavera. Paré en seco y apoyé mis antebrazos en el límite del puente, cruzados, mirando hacia donde las hojas bailaban en un compás nostálgico, al menos a mí perecer. Suspiré.

-Ahora, si quieres hablar, es el momento en que te voy a escuchar. Cuando termines será mi turno. No aceptaré una pregunta sin respuesta. - giré la vista para mirarle seriamente a los ojos – No sé quién eres, no sé por qué sabes quién es Mika ni por qué reconoces de algún modo este lugar…Pero desde luego vas a decírmelo, ¿verdad? – dejé que una sonrisa irónica invadiera mi rostro esperando una respuesta, pero apenas pude sostener aquel frío gesto. Tanto por el dolor que me producía la aún reciente herida en el labio inferior, como por las pocas ganas de dejar que me dominara la ironía que tenía.

Daiki no respondió. Se limitó a acercarse hacia donde estaba y apoyarse de espaldas junto a mí, descansando los codos cerca de donde se apoyaban mis brazos. Esperé mientras veía en sus oscuros ojos como pasaban las ideas, los pensamientos, los recuerdos…Entonces comenzó a hablar:

-Mika fue…mi compañero de clase…y mi mejor amigo…

Aquello me dejó de piedra. ‘‘¿Mejor amigo?’’ No lo entendía…Mejor amigo implica un tipo de relación muy cercana. Demasiado cercana para lo que yo pretendía escuchar. Sabía que guardaban alguna secreta e incógnita vida que sólo ellos habían conocido, pero desde luego nunca pensé que Mika, MI Mika, tuviera otro…mejor amigo.
Algo se me atragantó en la garganta. No era mi propiedad. Ya lo sabía. Sin embargo, aquello no me gustaba nada… Era aquella sensación de quedarse fuera, de acabar de descubrir un mundo al que no perteneces y al que nunca más podrás acceder. Y lo peor de todo es que ese mundo era el mundo de Mika, el de mi mejor amigo, mi único amigo…Tenía un mundo a parte a mi… ¿Por qué?

Quería acribillarle a preguntas y no parar hasta quedarme satisfecho pero cerré los ojos, suspirando levemente. Relajé los hombros y le dejé seguir. Todo aquello, no hacía más que empezar.

-Fue mi mejor amigo sin embargo…Yo nunca fui el suyo~ - Giré la vista para mirarle abriendo un poco los ojos con sorpresa. Cada vez entendía menos. Pude ver como dirigía la mirada hacia mí de reojo, dejando escapar una sonrisa frívola. Falsa. – Cómo nos conocimos, cuándo y por qué son datos sin importancia y que… - Volteó para quedarse a mi lado, mirando hacia el inmenso espacio que se abría ante nosotros bajo el puente – no son de tu incumbencia.

Eso me molestó en cierto modo pero no rechisté. Sabía perfectamente como se sentía. Sabía lo que significaba querer proteger lo que es tuyo y de nadie más, tus recuerdos. Lo poco que te queda de alguien. Esos ‘‘datos sin importancia’’ que son sólo tuyos y suyos, y de nadie más y que, por tanto, no estás dispuesto a compartir. Solo esperé.

Me miró a la expectativa de alguna muestra expresiva por mi parte, pero a los pocos segundos comprendió, y continuó.

-Pasé – Dudó – se podría decir que una larga temporada con él. Y fue divertido – Se quedó en silenció – Una vez hasta llegué a pensar que le conocía –Entonces le oí reír un poco. Casi para sí mismo. – Que ingenuo

De nuevo un incómodo silencio. Pensé que estaría recapacitando cómo decir las cosas. Pensé que no tardaría en volver a hablar, pero los segundos pasaban y  yo empezaba a impacientarme así que giré la cabeza dispuesto a pedir explicaciones de una vez cuando me di cuenta de que una discreta y pequeña lágrima descansaba sobre su mejilla. No lo entendí. Su rostro no estaba triste, no era nostálgico… Ni si quiera parecía que estuviera llorando, como si por propia voluntad aquella lágrima hubiese querido huir desde sus ojos y explorar la tersa piel de su mejilla a traición.

-Es ahora, seis años después cuando verdaderamente le conozco… Después de seis años buscando una explicación…Después de seis años intentando comprender que tenía aquella persona especial para él que no tuviera yo…Seis años… - dirigió hacia mí una mirada furtiva – intentando encontrar al responsable de su muerte….Hasta que lo encontré…. Inoo Kei.


              Siguiente capitulo

           




2.12.2011 


~♥Te quiero, Hikaru♥~ 

13 de noviembre de 2011

Miss you [TamaYama]


Este es un fic de Sandra-chan :3 absolutamente todo le pertenece a ella.
Muchas gracias Sandra-chan :3 <3
Por favor, comentad para que Sandra-chan escriba más~!


Título:Miss You
Autora: Sandra-chan
Pareja: Tamamori Yuta x Ryosuke Yamada
Extensión:one-shot





MISS YOU


No era la primera vez que lo veía pero, por alguna razón, estaba más nervioso que nunca. Desde que Kis-My-Ft2 debutó, Ryosuke no había vuelto a ver a Tamamori y muchas dudas le vinieron a la cabeza. ¿Sería Tamamori el mismo chico tímido que conocía? ¿Se le habría subido la fama del debut a la cabeza? Ryosuke tenía miedo de aquello, porque la verdad era que siempre había estado enamorado del tímido y amable Tamamori Yuta, desde que lo conoció por primera vez durante los ensayos de un Shounen Club. Ahora, siete años después de aquel día, muchas cosas habían cambiado. Él mismo había conseguido debutar junto a sus amigos formando Hey! Say! JUMP y ahora era el turno de Tamamori. Esa mañana su manager les avisó de que Hey! Say! JUMP haría una aparición especial en el concierto debut de Kis-My-Ft2. Durante sus días como junior, Ryosuke podía ver a Tamamori casi todos los días, ya que compartían escenario durante los Shounen Club y otros programas. Pero desde que Hey! Say! JUMP debutó, casi no había tenido la oportunidad de verlo. Pero aquel día se encontrarían de nuevo, por fin. Aquello hacía que el corazón de Ryosuke quisiera salirsele del pecho pero, por otra parte, tenía miedo de que su relación hubiese cambiado. En realidad, Tamamori no sabía lo que sentía por él, nadie lo sabía. Aquellos sentimientos eran algo que Ryosuke se guardaba para sí mismo, como un valioso tesoro.

- ¿Estás listo? - le preguntó Chinen interrumpiendo sus pensamientos - En cinco minutos salimos.

El muchacho salió por la puerta del camerino y Ryosuke, tras mirarse por última vez en el espejo, salió detrás suya. Los demás JUMP ya estaban listos, esperando junto a la puerta que llevaba al gran escenario del Tokyo Dome, donde Kis-My-Ft2 estaba actuando. Ryosuke estaba nerviosismo, hacía mucho tiempo desde la última vez que se había sentido así antes de salir a un escenario. Cuando se quiso dar cuenta, escuchó al líder de los Kisumai anunciar su aparición y vio a sus compañeros salir uno a uno por la puerta. Respiró hondo, se dedicó a si mismo unas palabras tranquilizadoras y salió, el último, por la puerta. Entre los grandes focos de luz, el gran estruendo que produjeron las fans al verlos y la música que sonaba de fondo, Ryosuke no pudo ver ni oír nada más. Siguió a sus compañeros en fila mientras saludaban a sus anfitriones dándoles la mano o, en algunos casos, un abrazo. El muchacho pasó por cada uno de los Kisumai estrechándoles la mano. En realidad no veía sus caras, no sentía el tacto de sus manos. Estaba tan aturdido por los nervios que simplemente seguía hacia delante, sin darse cuenta. Cuando le estaba estrechando la mano a Fujigaya, se dio cuenta de que solamente le quedaba un miembro al que saludar: Tamamori. De repente levantó la mirada y vio a Daiki hablando tranquilamente con él, estrechándole la mano amistosamente. A su vez, Fujigaya le estaba hablando a él, pero no lo estaba escuchando. Estaba absorto en la sonrisa de Tamamori, en sus ojos, en su cara... Si no fuera porque se había tintado el pelo de negro, nada había cambiado, esa era la mágica sonrisa que lo había cautivado desde la primera vez que lo vio. Allí estaba él, el chico que le había vuelto loco desde hacía tanto tiempo, a tan solo unos pasos. Pero algo horrible ocurrió a continuación. Ryosuke vio como Daiki se apartaba de Tamamori para ponerse junto a los demás JUMP y eso significaba que era su turno para saludarlo. Pero los nervios lo atacaban, podían con él y su cuerpo se movió antes de que pudiese darse cuenta. De repente bajó la mirada al suelo, pasó por al lado de Tamamori sin pararse a saludarlo y se colocó entre Takaki y Yabu queriendo desaparecer. Ryosuke tenía los puños apretados, el corazón le latía a mil por hora y se repetía una y otra vez a sí mismo: “¡Idiota, eres un idiota!”. Nadie se dio cuenta de lo ocurrido, ya que el show continuó. Kitayama comenzó a hablar con el público, explicando porqué estaban hoy allí y anunciando la canción que iban a cantar. Mientras el líder hablaba, Ryosuke miró disimuladamente a Tamamori y, para su sorpresa, el chico ya no sonreía, estaba serio y cabizbajo. ¿Se habría enfadado por el gesto de Ryosuke? “Seguramente”, pensó él y se maldijo una y otra vez. Ryosuke estaba tan concentrado en sus propios pensamientos que no siguió escuchando lo que decía Kitayama, pero se dio cuenta de que tenía que moverse cuando los Kisumai bajaron del escenario y sus compañeros JUMP se colocaron en sus posiciones. Seguramente aquella fue la peor actuación de su vida: la voz le temblaba y se olvidó de algunos pasos. Cuando por fin terminaron, Ryosuke no esperó para despedir a las fans con los demás JUMP, bajó directamente del escenario y se metió por los pasillos del backstage. Estaba cansado, sudado, confundido, avergonzado... lo único que quería era darse una rápida ducha y meterse en la furgoneta de los Hey! Say! JUMP para irse lo más rápido posible a casa. Pero, ¿donde demonios estaban las duchas de los invitados? Ryosuke había estado muchas veces en el Tokyo Dome, pero solamente recordaba donde estaban las duchas que usaban ellos mismos cuando estaban de gira. Caminó y caminó rápidamente por el backstage del Dome hasta que llegó a aquellas duchas. “¡Qué más dará!” se dijo y abrió la puerta de golpe. Pero el destino quiso hacerle una jugarreta, ya que aquellas duchas no estaban vacías. Allí estaba él, Tamamori, de pie justo enfrente suya. Solamente llevaba unos pantalones vaqueros puestos, solo eso. Tenía el pelo mojado, seguramente acababa de darse una ducha, ya que se lo estaba secando con una toalla blanca. Pero cuando Ryosuke irrumpió en las duchas, el muchacho se quedó quieto mirándolo fijamente. Ryosuke también estaba paralizado, contemplando la maravillosa escena que tenía delante de sus ojos. Tamamori, el chico de su vida, el amor de su vida estaba delante de sus narices descamisado y con el pelo mojado y revuelto. No podía dejar de mirarlo de arriba a abajo, era precioso, mucho más de lo que hubiera imaginado en cualquiera de sus sueños. Pero de repente el muchacho sintió una presión en los pantalones que le hizo recobrar el sentido, no debería estar allí, no debería sentir lo que sentía. Rápidamente y más avergonzado que nunca, Ryosuke se dio la vuelta y salió de las duchas sin decir nada. El otro muchacho reaccionó enseguida: tiró la toalla que tenía en la mano y salió corriendo detrás de él.

- ¡Espera! - gritó - ¡Yamada, espera!

Ryosuke escuchó como lo llamaba a sus espaldas, pero no quiso detenerse, no quería que Tamamori lo viese así. “Me odiará después de esto” pensaba una y otra vez.

- ¡Para! - gritaba Tamamori detrás suya - ¡Yamada, por favor!

Y entonces lo alcanzó y lo agarró por el brazo para detenerlo. Ryosuke no se dio la vuelta para mirarlo, pero tampoco siguió huyendo. Se quedó quieto, con el corazón a mil y la presión entre las piernas que no desaparecía.

- ¿Por qué llevas todo el día ignorándome? - preguntó el otro sin rodeos - ¿Ne?

Justo en ese momento se oyeron unos pasos y unas voces por el pasillo. Tamamori agarró suavemente a Yamada y lo condujo hacia el aseo que tenían al lado. El menor se dejó arrastrar hasta dentro de uno de los retretes individuales. Tamamori cerró la puerta de golpe y apoyó a Yamada sobre esta. Se quedaron quietos durante un rato, hasta que oyeron pasar a algunos miembros del staff por delante del aseo. Ryosuke ya no podía más con sus nervios. Tenía al chico que siempre había querido más cerca de lo que nunca lo había tenido. Podía oler su aroma, podía sentir su tacto, y aquello no ayudaba para nada a mejorar la situación.

- Ahora dime - le dijo Tamamori mirándolo a los ojos - ¿Qué te pasa conmigo? ¿Qué he hecho?

- Nada - consiguió decir Ryosuke con voz ronca - Nada...

- Venga ya - dijo el mayor riendo - Te conozco y se como eres, algo te pasa.

Al escuchar aquello, todos los sentimientos que había acumulado durante todo el día estallaron. Miró por primera vez a Tamamori a los ojos, lo agarró por el brazo por el que lo estaba sujetando y lo estampó contra la pared de enfrente.

- ¡Tú no sabes nada! - gritó - ¡No tienes ni idea!

Nada más hacer lo que hizo y decir lo que dijo, Ryosuke se arrepintió. ¿Pero que mierda hacía? ¿Qué forma era esa de arreglar la situación? Tamamori lo miraba confundido, pero no enfadado, desde la pared de enfrente. “Ya no hay vuelta atrás” se dijo.

- Llevo años esperando este momento - escupió - Quería verte... solo... quería verte.

La cara de Tamamori pasó de la confusión a la sorpresa y entonces supo que debía callarse, que ya había hehco suficiente. Antes de que pudiera contestarle cualquier barbaridad que no quería oír, Ryosuke abrió la puerta del retrete y salió hacia el aseo. Pero antes de salir por la puerta, Tamamori lo había vuelto a agarrar suavemente del brazo para detenerlo. Ryosuke sabía muy bien lo que venía a continuación y, antes de que lo oyese de la boca de su amado, se dio la vuelta y habló él:

- Sé lo que estas pensando - dijo - Sé que no eres gay. Sé que no sientes eso por mí. Sé que he hecho el ridículo más grande de mi vida. Pero no tenemos porqué volver a hablar del tema nunca más. No tenemos que volver a...

- Baka... - dijo Tamamori sonriendo interrumpiéndolo.

Y entonces lo agarró suavemente con los dedos por la barbilla para que lo mirase a los ojos y le besó dulcemente en los labios. Al separase de nuevo, vio la cara sorprendida de Ryosuke y sonrió.

- Yo también quería verte - le dijo - Durante siete años he esperado el momento de volver a verte.

Antes de que se diese cuenta, Ryosuke estaba besando y abrazando fuertemente a Tamamori. Aquellas palabras eran las que siempre había oído en sus sueños y ahora por fin podía oírlas de verdad. ¿Era aquello un sueño? Si lo era, no quería que acabase jamás. Era perfecto, todo lo era. Podía sentir el calor de Tamamori bajo sus brazos, podía sentir la suavidad de sus caricias, la dulzura de sus besos. Y, antes de que el sueño acabase, tenía que pronunciar las palabras que tantas veces había pronunciado en sus sueños:

- Te quiero, Yuta.

- Yo también te quiero, Ryosuke.



FIN 

Sandra-chan ^^

11 de noviembre de 2011

~Premio~♥ y ~[editada ._.]

sadsadasdas ~gracias ;O; por el  premio, nos ilusiona, y sentimos no haber podido
1-publicar fics antes.
2-publicar la entrada antes D: 



Reglas a seguir:
1º Di quien te dio el premio:
ahdasgdasgda gracias >//< os queremos :/3

2º Otorgalo a 6 blogs que te gusten y enlazalos

Mika nee-chan
Daicita~ 
3º Decir 4 cosas que te gusten y 4 que no

Ushio
-los tigres
-Hikaru
-ne-chan
-Los Alfajores


Haine 
-HSJ en general ♥y Chinen en particular ♥
-El arroz (sobre todo la paella) y los anisitos 
-La vida 
-Escribir, leer y dibujar(lo junto todo porque no puedo elegir)

No me gustan 

-La hipocresía 
-Los bichos
-Las napolitanas de chocolate del mercadona
-el estrés

-Quedarme sin batería en el móvil

-Las faltas de ortografía muy exageradas (porque últimamente me he vuelto muy "exagerada"(?) con eso y me duelen los ojos con algunas, pero algunas MUY MUY MUY exageradas D: por eso quiero corregir todos los fics anteriores, no me quiero imaginar la clase de cosas que pondría ._.)


-perder los fics entre todo lo que hay en el pc
-No poder conseguir lo que me propongo






Editada~: El viernes tuvimos que hacer la entrada deprisa y corriendo porque cada una se tenía que ir a un lugar para luego el sábado quedarnos en otro y por lo tanto no pudimos poner nada más ._. El caso es que, nos disculpamos por no haber subido nada, pero esta semana Ushio a estado de muchos exámenes, y yo a penas he estado, me fui a la capital etc~ ._. y no dio tiempo... avancé un poco en el camino a Madrid, pero comencé a marearme por todo el revuelo que había y demás y no pude escribir más~ u.u