Doble sentimiento [YamaChii-YamaDai]

Doble sentimiento

[YamaChii-YamaDai]

Autora:hainecita

Es un intento fallido de algo ;__; no es que me guste mucho la verdad, a demás intentar hacer el fic con tres personas como narradores ha sido un lio en cuanto a que no sabía como ponerlo ;__; si alguien se lo lee, gracias , y espero que me perdone. ;_;

Solo diré que te amo Chinen y que me perdones T//T mis traumas son malos. 

Viernes

Volvió a unir sus labios con los míos, intercambiando la saliva y el contacto que como pareja compartíamos.

Cogí su mano fuertemente, cerré los ojos y formulé la misma pregunta de todos los días.

-Yama-chan, ¿tu me quieres?.-el volvió a repetir la misma acción de cada día, la mano que tenía libre acarició mi moflete y contestó a mi pregunta.

-Por supuesto Chinen.-sin embargo en vez de tranquilizarme, aquella respuesta, aquella acción de nuevo...todo solo conseguía tensarme. Quería haberle dicho “pero no soy el único, si de verdad me quieres no vayas con otro.” Quería golpearle y preguntarle que porque me hacía eso si me quería; pero...me callé... como todos los demás días, solo tenía que aguantar hasta que el se decidiera, haciéndome el tonto... solo hasta que eso pasase, o hasta que se rompiera el saco.

Mientras, seguiría caminando a su lado, agarrando su mano, siempre, hasta que el decidiera que no quería seguir haciéndolo.

[Yamada]

Besé sus labios como todos los días hacía, noté como su mano cogía la mía y esperé a volver a oír la misma pregunta de siempre.

-Yama-chan ¿tu me quieres?.-me preguntó. Yo acaricié su mejilla con una de las manos y le sonreí.

-Por supuesto Chinen.-entonces volvimos a caminar. De verdad le quería, llevaba tanto tiempo con el que era imposible no quererle, desde que nos conocimos como amigos Chinen siempre fue un apoyo importante para mí pero... pero aunque estuviese con el... la verdad es que también tenía a otra persona, la persona de la que estuve enamorado desde hace demasiado tiempo, la causa por la que comencé a salir con Chinen pensando que el y yo nunca... pero me equivoqué y por mi equivocación no podía corregir... solo podía ocultarlo, no quería hacer daño a ninguno de los dos.

¿alguna vez tendría que elegir?

La persona que siempre ha estado a mi lado o la persona de la que estoy enamorado...

¿cuál?

Andando llegamos a la casa de Chinen cuando miré mi reloj, era tarde, llegaba tarde a mi cita.

-Yama-chan, ¿meriendas hoy conmigo?.-bien... ¿cómo decirle que no?, ya no por el simple echo de que era mi pareja sino... porque Chinen estaría solo en casa, como siempre a no ser que yo me quedara. Debía elegir... pero rápido, solo estaba ahí sin responder a Chinen, pensando en que se supone que debería y quería hacer, no podía responder, no podía elegir a uno de los dos, era imposible.

-Bueno...no importa mejor..mejor otro día, nee?.-Chinen sonrió de medio lado ocultando su cara mientras miraba el suelo.

-Pero...esta bien. Nos vemos mañana Chinen.-Me despedí mientras corría rápidamente.

-Bye byee.-alcancé a oír desde lo lejos.

Corrí lo más rápido que pude hacía el parque donde me estaría esperando, llegaba tarde, como siempre, prometí no volverlo a hacer pero de nuevo lo estaba haciendo. Lo divisaba a lo  lejos, sentado en el mismo banco de siempre mientras observaba como jugaban los niños, se veía muy tierno. Me acerqué a el por detrás rodeando su cuello.

[Daiki]

Esperando en el mismo banco de siempre, me preguntaba porque siempre llegaba alrededor de diez minutos tarde, bueno, no importaba, me gustaba esperarle mientras observaba a aquellos niños jugando con la pelota tal y como yo hacía años atrás. Miré el reloj, ya llegaba ocho minutos tarde, eso pensé pero noté como unos brazos envolvían mi cuello.

-Dai-chan.-antes de seguir hablando paró para tomar aire, había venido corriendo desde donde quiera que estuviese.-Siento volver a llegar tarde, es que he tenido que hacer un recado y.-corté su excusa.

-No importa, esta bien con que hayas venido.-sonreí mientras el seguía regulando su respiración.-bueno, ¿dónde vamos?.-me levanté y fui a su lado, agarré su mano fuertemente, me gustaba... desde hace tanto que había soñado con poder cogerle y en ese momento lo estaba haciendo.

Se acercó a mí y me besó suave y lentamente mientras cerraba sus ojos.

-Ahh~pues la verdad es que tengo un poco de hambre.-se sentó en el banco donde yo estaba antes de levantarme.

-¿entonces que haces sentándote?-pregunté riéndome.-¿quieres que compre algo? El supermercado está aquí al lado.

-Iie, no quiero nada, bueno si, quiero a Daiki. Siéntate a mi lado anda.-dió unos golpecitos al hueco del banco que estaba a su lado. Yo asentí con la cabeza y me senté a su lado apoyando mi cabeza en su hombro mientras el acariciaba mis cabellos.

-Dai-chan...-besó mi frente.-quiero contarte algo.-dejó de acariciar mi pelo y agachó la cabeza. Se disponía a continuar, estaba preocupándome quizá le había pasado algún problema familiar o algo, no me imaginaba que podía ser.-Yo...-pero en ese momento ambos giramos nuestra cabeza al escuchar unos fuertes gritos detrás nuestra.

Al parecer una bicicleta con su conductor había volcado por haberse chocado con un chaval, era bajito, de cabellos negros y piel blanquecina, era lindo, daban ganas de abrazarle al ver como el otro le gritaba. Me giré para observar a Yamada, era raro, estaba mirando como si estuviese  agobiado, como en estado de shock.

-Yama-chan, ¿te pasa algo?.-le pregunté, el giró la cabeza negando, el chico miró hacía donde estábamos mirándonos a los ojos  los cuales parecía que tuvieran lagrimas a ambos y haciendo caso omiso al chico de la bicicleta salió corriendo.

-Chinen!!.-Yamada se levantó corriendo del asiento viendo como aquel chico salía corriendo.

-Yama-chan, ¿de que conoces a aquel chico?.-Yamada agachó la cabeza y cogió mi mano comenzando a hablar.

[Chinen]

Le pregunté si quería merendar conmigo, al ver que no respondía supuse que tendría que “hacer” otra cosa... prefería no pensar en que cosa, o mejor con quien.- Bueno...no importa mejor..mejor otro día, nee?.

-Pero...esta bien, nos vemos mañana Chinen.-me dijo mientras salía corriendo, sonreí de medio lado, que prisas... no podía hacer otra cosa que no fuera reír... ¿que iba a hacer?¿llorar?.

-Bye bye.-me despedí aunque el ya estuviera un poco lejos, movía la mano de un lado a otro despidiéndome con esta a pesar de que Yama-chan no me viera. Entré en casa, estaba tan oscura y silenciosa como siempre, no me gustaba, así solo me hacía pensar más.

Estaba bien, lo había aceptado, ya llevaba tiempo aceptándolo, pero aún así... no podía evitar la rabia, el sentir que alguien se anteponía a mi para Yama-chan... no podía dejar de pensar en que podría haber echo las veces que había quedado con aquella otra persona... recordé la primera vez que lo s vi juntos, ambos estaban acariciando sus rostros y llenándolos de besos... Lo recuerdo tan perfectamente que incluso puedo notar el sentimiento que tuve en ese momento... algo así nunca había hecho conmigo, me pregunté que había echo mal. Aún no se responderme, que alguien me diga que hice mal, intenté estar a su lado, quizá fui una carga muy pesada, quizá mis padres después de todo tenían razón.

Me estaba agobiando, abrí la nevera para refrescarme y tomar algo pero no había nada así que decidí ir al supermercado. Antes de partir recé para no tener la mala suerte de ver a Yama-chan en pleno supermercado como la última vez.

Mi estomago sonaba pidiéndome comida mientras intentaba ignorar lo hambriento que me encontraba. Miré hacía el parque donde jugaba con Yama-chan de pequeños mientras sonreía hasta que mi vista se giró levemente encontrándome con aquella escena... “kawaiis” hubiera pensado normalmente pero... no si se trataba de Yama-chan... No podía apartar mi vista de ellos... quería hacerlo pero no podía, mi estomago dolía,  se creó un nudo en mi garganta que hacia que no pudiese ni siquiera soltar una palabra. ¿tanto era aquello? tan solo estaban sentados bastante juntos... pero aún así, era doloroso. Quería llamarle, quería que al decir “yama-chan” el se girase y viniese conmigo... pero el simple echo de pensar que lo más probable era que si le llamase el aclarara las cosas decidiéndose por el otro me hizo actuar cobardemente, me callé, y seguiría callándome siempre si no hubiese sido por la bicicleta que por mi culpa volcó al esquivarme.

Ayudé a levantar al chico mientras deseaba que no se diese cuenta, le pedí perdón para poder irme pero el siguió hablando, gritándome aún después de pedirle perdón, pero ¿qué se podía esperar? Total... ya era resignación lo único que quedaba. Giré mi rostro y allí estaban, mirándome, no pude pensar claramente y salí corriendo. Me faltaba la respiración, quise pensar que todo era un sueño... “¿tan malo he sido?” Me tumbé en mi cama al llegar a casa ignorando todo, ni siquiera me pregunté si mis padres vendrían a  dormir a casa. No me importaba.

Cerré los ojos intentando despejar mi mente de cualquier pensamiento, poco a poco mis vista se difuminaba y sentía como dejaba de escuchar los ruidos que normalmente escuchaba.

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-Chinen, hoy vuelves a quedarte en casa.

-Yama-chan.-cogí el borde de su camiseta mientras agachaba la cabeza.-Hoy mis padres tampoco vendrán ¿verdad?.-intentaba hacer ver como que estaba concentrado en la arena mientras ocultaba mi rostro entre el flequillo y algunas mechas.

-¿eehh?¿por qué dices eso?.

-Porque cuando mis padres no vienen siempre me quedo en casa de Yama-chan.-Agaché un poco más la cabeza pero Yama-chan dulcemente separo mi flequillo y algunos mechones dejándole ver como de mis ojos caían algunas gotas de agua que provenían de mis ojos. Me giré levemente para verle de reojo  cuando el me abrazó. Un simple abrazo significó tanto para mí... demasiado, desde ese momento comencé a pensar que no podría hacer nada sin Yama-chan. Comencé a depender de el muchísimo.

Cuando me quedaba en su casa me sentía tan libre... ni siquiera echaba de menos a mis padres. Mis padres trabajaban duro, a menudo tenían que mudarse a otros lugares pero nunca me llevaban con ellos, ni aunque el lugar estuviese al lado de casa, ellos se iban y me dejaban solo durante el tiempo que fuera necesario. Solo trataban de tener el menor peso posible, cuanta menos carga llevaran menos les costaría llegar a cualquier objetivo, y eso era yo, una simple carga, una roca que obstaculizaba sus caminos, en cierto punto entendía que me dejaran atrás, pero no entendía porque había nacido si iba a ser una  carga.

Siempre, he dependido de Yama-chan porque el se ha hecho cargo de mis sentimientos, siempre que me pasaba algo, quizá sin ni siquiera decirle nada el siempre me animaba. Desde siempre... fue así...  a la única persona que necesitaba para vivir... era Yama-chan, solo el, solo Yama-chan, nadie más.

Sábado

[Yamada]

Me levanté de la cama después de haber dormido durante tanto tiempo. El haberle contado a Daiki lo que pasaba por una parte me había tranquilizado...por otra parte... tenía que elegir y de eso seguía sin verme capaz.

La persona que ha estado siempre a mi lado o la persona de la cual estoy enamorado.

¿cuál?

Cogí el teléfono con la intención de llamar a Chinen. Debía de quedar sí o sí con el... debía de elegir... Daiki me esperaría en el parque hasta las ocho si no llegaba a las ocho se iría para siempre... por otro lado Chinen... debía de esperar que condición me daba el.

-Chinen... necesito... necesito hablar contigo.

-mmm..Yama-chan me has despertado, nee ¿sabes que soñé?.-idiota de mí le interrumpí.

-Chinen es importante, ya me lo contaras, necesito quedar contigo esta tarde. ¿a que hora puedes quedar?.-su voz comenzó a temblar mientras se oía un “aah...”.-a la hora a la que puedas está bien.-no del todo, necesitaba quedar antes de las siete y media para poder llegar a tiempo.

-Estaré a las sete y cuarto frente al tren.-al decir esto Chinen solo colgó, sin decir más, entonces me dí cuenta de lo idiota que había sido ignorando a Chinen. Siete y cuarto... mi cabeza no paraba de repetirlo, en el caso de que eligiese... me preguntaba a quien elegiría... si elegía a Daiki... tendría que rechazar a Chinen y verlo todos los días... pero aún así, llevar una relación con Chinen, en las circunstancias en las que se hubiera quedado... sabiendo lo que hice... Yo quería a Chinen a mi lado, al igual que quería a Dai-chan a mi lado. Querer y amor son cosas diferentes... sin embargo no se puede elegir entre ambas.

¿cuál?

7 y cuarto-Puente

EL tren sonaba cada vez que iba a venir avisando a la gente que pasaba por su cruce. Estabamos a un metro de las vías mientras veiamos pasar a multitud de personas, desde trabajadores hasta madres con sus hijas, y la mitad de esas personas pasaban corriendo por las vias de tren alertandose.

Respiré,le miré a los ojos, esperé a ver si comenzaba a hablar, ¿esperaba que hablase

yo? Decidir....

-Chinen... yo, tengo que decirte algo pero antes...-levanté la cabeza y le miré a los ojos fijamente.-me gustaría que me contases que soñaste. Chinen agachó la cabeza mientras miraba el suelo para luego volver a mirar al cielo.

-Soñé en sentir lo que sentía cuando me quedaba a tu casa. Al principio no me gustaba la idea pero... pero luego me acuerdo que siempre deseaba que mis padres volviesen a faltar, quizás ahora que lo pienso bien me aprovechaba de vosotros... pero... la sensación que sentía al estar ahí... en tu casa a pesar de todo, a tu lado... no sé. Yama-chan eres demasiadoo importante para mí.-rió de lado mientras avergonzado miraba hacía el suelo.-nee, Yama-chan ¿me das un beso?.

-Chinen es que yo quería hablar sobre... verás... Chinen... yo...

-Yama-chan lo sé, sé lo del chico, gomen, lo sabía desde hace tiempo, muchisimo, solo que esperé intentando convencerme de que solo estabas confundido... me callé porque no quería que Yama-chan me dejase atrás y el avanzase junto con otra persona...-cogí su mano derecha con las dos manos y le di un beso suave, dulce... por desgracia yo no podía sentir con Chinen lo que sentía con Dai-chan... por desgracia... 

-Chinen... yo... lo siento yo...

Chinen soltó mis manos dejandome extrañado. Sonió como siempre, con una tierna sonrisa.

-No hace falta que digas nada más Yama-chan. Las cosas son así, al principio me sentí traicionado pero... en realidad nunca me has traicionado porque no había nada que traicionar, ¿verdad?. Siento haberte tenido atado durante este tiempo Yama-chan, en realidad creo que la culpa de que no me dijeses nada es mía...

-¡Chinen! Ya vale.... no eres tu... es decir, el que ha estado... el que se ha equivocado soy yo, yo comencé a estar  contigo por que pensé que así podría olvidar lo que sentía por el y luego... luego... no te  comportes así porque entonces...

-Nee, Yama-chan.-me cortó. Cogió mi mano y en uno de mis dedos colocó algo... su anillo.-Te lo regalo. Así siempre te acordarás de mí nee.

-Pero Chinen yo.-Chinen me volvió a besar mientras me abrazaba fuertemente.-ah?

Comenzó a oirse de nuevo el tren a lo lejos.

-Bueno... ya sé la respuesta... nos vemos el lunes nee?.-Asentí abrazandole fuertemente. Noté como metía algo en mi bolsillo derecho.-Cuando llegues a casa leelo, por favor.-Asentí con la cabeza.

-Perdoname Chinen... perdoname... por desgracia no puedo... lo siento.-me reverencié ante el y comencé a andar.

Escuché el tren tan cerca que, como cuando eramos pequeños me gire para verlo al pasar.

-¡¡Chinen!!-Grité lo más fuerte que pude casi desgarrandome la garganta.

¿por qué?

¿por qué?

¿por qué?

¿por qué?

¿por qué?

¿por qué?

¿por qué?

   por mi culpa

[Chinen]

-Perdoname Chinen... perdoname... por desgracia no puedo... lo siento.-se reverenció ante mí y después comenzó a andar. Yo me quedé ahí parado, esperando el momento justo.

Lo más posible esque de ser más fuerte no pensaría ni siquiera en hacerlo... pero por desgracias soy débil, el simple echo de quedarme solo siempre me ha dado miedo... siempre he querido saaber que se sentía cuando de verdad sentías miedo. Bien... estaba a punto de comprobarlo.. las piernas me fallaban, temblaba.... me repetía una y otra vez que debia de hacerlo... solo era una carga para todo el mundo entonces ¿que me retenía? Yama-chan... y ahora ¿qué me retenía? , mi miedo. Sonreí de lado mientras esuchaba como el tren estaba ya a punto de pasar. Adelante unos pasos y caminé hasta las vias del tren esperando mientras el tren estaba a penas a cuatro metros de mí, sin embargo el tiempo pasaba tan lento. Veía de lejos a yama-chan, la persona a la que le debía tanto.

Gracias

[Daiki]

Oía como se balanceaban las hojas de los arboles a punto de caer mientras yo seguía en el mismo banco desde lassiete, deseando que Yama-chan apareciese. Sólo quedaban diez minutos para que viniese... solo diez.

A cada minuto veía mi reloj, me concentraba en el mirando como las manibelas del reloj se movian mientras el tiempo pasaba.

No iba a aparecer, sabía que no lo haría... en el fondo una pequeña esperanza si tenía pero el resto del pensamiento me hacía pensar que no, que no estaría conmigo.

Yama-chan me dijo que estaba  siempre apoyando a su amigo... siempre estando con el... era logico que yo no podía caber en ese hueco, me venía demasiado grande...

Ya.... eran las ocho y no aparecia... era hora de marcharme.

 A pesar de todo... quería que viniera conmigo, que me rodease con sus manos... lo quería... lo deseaba tanto que no pude retener que una lagrima cayese por mis ojos alarmandome, haciendo que me restregase las manos por ellos para que no salieran más lagrimas.

Comencé a andar hacía el frente, marchandome de allí.... solo... solo quería tumbarme y llorar... posiblemente iría a casa de Takaki a molestarle como siempre mientras el me diría que ya me lo había avisado.

De veras te amaba.

[Yama-chan]

Por mi mente solo aparecian cantidad de recuerdos con Chinen... ¿debía de ir a decirle algo a Daiiki...? ¿quizá debía de coger el teléfono? Ir hacía Chinen? .......... ¿el que? ¿el que? 

No podía impedir que las lagrimas cayesen por mis ojos... delante mía...Chinen....me costaba respirar, no podía moverme... no podía creerlo, no era cierto, no era cierto, algo así no podía haber sucedido.... Miaraba hacía las vias del tren sin poder desviar la mirada de ellas. Mi mano alcanzó la carta que me había dado Chinen y comencé a leerla.

Yama-chan.

Cuando te conocí recuerdo perfectamente que te envidiaba, pensar que tu tenías todo y yo no era siempre una de las causas de  dolor en mi pecho.

Pero... desde que comencé a conocerte más... mientras me abrazabas cuando lo necesitaba, mientras siempre estabas a mi lado dandome respuestas a todo, consiguiendo que me preguntase millones de cosas... todo eso... todo eso fue lo que me hizo amarte. Quuerer y amara son cosas diferentes, tu me quieres y yo te amo.

Al sentir que sin ti no podré seguir... al sentir eso sabes que es amor.

 Cuando te vi con aquel chico... no me puse celoso, ni siquiera quise pegarle... solo me sentía angustiado, no quería que te fueras de mi lado e inetnté esperar hasta que tu te decidieras, así quizás con suerte hasta conseguiría que me amases.... jajaja nah... no podías...

Aunque quiesieras pero... aún así... siempre estando a mi lado.. de esa manera siempre he sentido un amor en cierto modo. Por eso , gracias Yama-chan, te lo debo todo.

Te amo y amaré siempre

Chinen~

¿El amigo que siempre a estado conmigo o la persona de la que estoy enamorado?

¿Tren o parque?

 Ninguno....