7 de noviembre de 2010

Mi vida sin ti.... Cap.1





Titulo: Mi vida sin ti...
Autora: Ushi-chan ~~
Pareja: InooDai 
Genero: Shonen Ai...Drama-tragedia-romantico? xD
Extension: Unos cuantos capis xD
Mas bien serial larguito jeje




Cobarde. Eso es lo que soy.

Cobarde. Eso es lo que recuerdo de mi pasado. Que fui tan cobarde… Que ni siquiera tu conseguiste abrirme los ojos…
Cobarde. Es lo que soy en este momento. Cobarde, porque aún cuando aprendí a ser valiente como para darme cuenta de mis sentimientos, soy incapaz de mostrárselos a quien más quiero. Como también fui cobarde para no ver lo que tenia, antes de perderlo…

Cobarde. Ese es mi defecto y maldición. Cobarde para enfrentarme a mí mismo. Cobarde… Hasta para amarte.


Recuerdo perfectamente los primeros días de instituto en la secundaria alta. Como no, yo solía faltar. Sabía que debía estudiar pero, simplemente no me apetecía…

¿Qué seria de mi futuro? Ni siquiera era consciente de que algún día yo tendría uno.
A esas alturas, desde que te fuiste, ya no me importaba nada.

Nada merecía mi atención, nada era imprescindible en mi vida. No me importaba dónde dormir o qué comer, no me importaba ni siquiera si comía o no. No me importaba absolutamente nada y nada conseguía llamarme la atención.

Eso sentía, eso pensaba… Eso quería... Pero en realidad, sólo estaba siendo de nuevo cobarde… Y sólo hacía lo que siempre había hecho desde que era pequeño, huir, que es lo que hacen los cobardes…

Desde que dejé mi casa, mi mundo se redujo a no tener sentido. Mi padre me daba igual, mi madre…ni siquiera sabia si seguiría viva…..Y yo me sentía como si solo fuera un cuerpo que se movía por inercia.

Como un muñeco sin alma que sólo hacía las cosas por hacer. En realidad mi padre tenía razón. Cuando me pegaban en el colegio, la culpa ere mía. Cuando mamá se fue, también; yo la vi marchar… Ella me miraba tan dulcemente como todas las mañanas al despertarme, pero esta vez sus ojos reflejaban infinita tristeza… Yo la dejé ir…También fue mi culpa…

Cuando papá me pegó por primera y última vez, también fue mi culpa. Y siempre recuerdo esas palabras….’’¡Largo de aquí maldito cobarde! ¡Siempre huyendo de todo! ¡No vales mas que para eso! ¡Huye!¡ Huye de aquí! ¡Pero nunca más vuelvas!’’

Y tenia tanta razón… Huir es lo más fácil dicen todos, pero se equivocan…Tal vez es cierto que es de cobardes como yo, tal vez es cierto que luchar es aún más difícil, pero quien piensa que huir del dolor es fácil… Se equivoca.

Pero sí es cierto que, entre luchar o correr, es más rápido correr, aunque no siempre lo más seguro.

Recuerdo que sabía perfectamente por qué aquel día decidí soltar el cuchillo. Recuerdo la sonrisa de aquel desconocido que me miraba tristemente. ¡Era absurdo! Tan absurdo… Como la mirada de mi madre antes de marcharse.
Todavía me lo pregunto: ¿Por que no lo hice? ¿Por qué no huí entonces también? Bien pensado, creo que ni siquiera tuve el valor para hacerlo porque esta vez sería huir definitivamente. Y en mi corazón, mientras sujetaba aquel cuchillo contra mi cuerpo , tu mirada parecía atravesarme, y dolía mucho más que el pequeño corte ya sangrante de mi pecho.

Me intrigaba tanto que me daba la sensación de que quizás, sólo quizás, aún tenía alguna  razón por la cual vivir. Y después de todo para morir nunca era tarde.

También me da por recordar a veces el día en el que llegó a clase el chico nuevo. Recuerdo que pensé que te meterías en mil y un problemas por su culpa. Recuerdo que alguna vez ya te lo dije y también recuerdo lo que me respondiste.

Pero eso… No es tan fácil de contar...


CAPITULO 1: LA BIENVENIDA PERFECTA

Como no, un día normal, en un instituto normal y un chico, para variar, nuevo.
La primera impresión de cualquiera a primera vista era la de un chaval novato y pequeñajo que, además venia con un cartel en la frente que decía : ‘’Blanco Fácil’’.
Y la verdad, es que eso, no le fue de ayuda.

Recuerdo pasar por delante del aula y ver a los chicos alrededor suyo, echándole encima el agua sucia de fregar. Recuerdo verlo con los ojos llorosos intentando retener las lágrimas.
Para ser sincero no creí que fuera capaz de aguantar mucho más. En cierto modo prefería no pensar en el tema. Mejor era no meterse en problemas.


Aquellos chicos aunque yo no llegué a verlo, no se conformaron con aquello. Parecía que no les gustaba la idea de que hubiera sobresalido entre las chicas, ni que fuera un chico de notas estables. No era la primera vez que pasaba y a eso se le añadía el aspecto de aquel novato que parecía, al menos, un año menor.
Sé que no lo dejaron en paz hasta dejarlo en el suelo totalmente mojado y humillado, y tampoco creo que se fueran sin propinarle antes unas buenas patadas. Casi estaba seguro de que aquel chico, al día siguiente no volvería. Tal como habían hecho todos los demás en momentos así. Tal y como había hecho yo apenas unos años antes.

Sin embargo, y para mi sorpresa, sí vino. Aquel día, y el siguiente y el siguiente y el siguiente. Pero para su desgracia las cosas también fueron empeorando día a día.

-¡Tú, freke! ¡¿Qué haces aquí hoy también?! Empiezas a cansarme chavalín. Mucho cuidado con cabrearme -una sonrisa espúpida y egocentrica asomó entre los labios de aquel abuson idiota. Me asqueaba.- ¿Vamos? – Se dirigió ahora a los estúpidos perritos falderos que tenía por grupo. 

-Seh…larguémonos antes de que me entren ganas de romperle la cara~ 

-……

-Esta tarde nos vemos, ¿eh amigo? – Continuó con su cháchara mientras caminaba hacia la puerta dirigiéndose a aquel desafortunado chico.

En esa clase sólo quedamos en aquel momento él y yo, pues los demás ya se habían marchado y por supuesto el profesor también.
Era lo normal que hasta los profesores huyeran del problema. Se marchaban del lugar antes de que empezaran los problemas para no tener que hacerse cargo ni salir baldados.

-¡Oh! ¡Gomen! No me di cuenta de que estabas ahí, bueno te agradecería que no dijeras nada de lo que viste ne – Dijo de pronto. ¿Me estaba hablando a mí?
Me limite a girar la vista y recoger mis cosas para marcharme pero, no contento con aquello, continuo hablándome como si nada.

-Bueno, sé que no lo dirás igualmente – Dijo sonriéndose. – Yo soy Arioka Daiki, pero puedes llamarme Dai… -No lo dejé acabar dado que antes de prestarle atención alguna me estaba dirigiendo ya hacia la puerta de salida, sin siquiera mirarlo.

-Dai-chan…-Lo oí decir en un bajo tono de voz mientras  suavemente agachaba la cabeza en un gesto, que, no podría asegurar, pareciera frustrado.

Realmente no sé qué ocurrió esa tarde pero al día siguiente por la mañana no vino a clase.El tal Arioka, cuyo nombre recordaba por algún azar que no llegaba a comprender, o no pensaba volver o llegaba tarde. Y no sabría decir qué opción prefería pensar. Tal vez ninguna. Pero contra todo pronostico a segunda hora allí estaba; lo vi llegar prácticamente destrozado. Parecía que un camión le hubiese pasado por encima del brazo pero la cara estaba casi bien. Seguramente quisieron hacerlo pasar por un accidente.

Por algina razón aquel chico me sonaba de algo desde que entró. Lo curioso es que todavía no sabia de qué me era tan familiar. De todos modos no quise seguir forzando la cabeza. Había demasiadas cosas que decidí olvidar tiempo atrás y no quería que volvieran por aquella estupidez.

Vi cómo se acercaba despacio y se sentaba en su mesa. Lo más sorprendente fue que ya llevábamos medio año de curso y era la primera vez que me daba cuanta de que estaba a mi lado en clase. Éso demostraba que realmente no me había fijado en nadie en ningún momento.

-Bien chicos. Hoy hablaremos de la importancia del amor y la amistad.

Ésto sí que era bueno, sólo me faltaba eso. Las clases de ética de normal ya eran aburridas, pero no estaba dispuesto a soportar tales sermones de personas que no sabían nada del tema porque, realmente, ¿quién sabe lo que es realmente el amor o la amistad?
Mientras el resto de los chicos se quejaban y las chicas murmuraban emocionadas, me levanté y me dirigí hacia la puerta.

-¡Key! ¿Dónde crees que vas? - Oí gritar al profesor desde su escritorio.

-En primer lugar, no creo nada, me voy; en segundo, ¿quién le dio permiso para llamarme por mi nombre? Y en tercero, si quiere hablar de estupideces, conmigo no cuente. -Tras aclarar mi forma de pensar salí de allí mientras a mi espalda el profesor seguía llamándome enfadado. Pero hubo algo que no esperaba.

-¡Bah! Que se marche… Por alumnos como ése los colegios tienen problemas. No son más que manzanas podridas a las que no vale la pena ni ver por aquí, no hay otra palabra para describirlos. - El profesor seguía criticándome, aunque eso no me importaba ni lo mas mínimo, pero, no terminó ahí.

-¿Y usted es el profesor de ética? Parece mentira… ¿Quién es usted para juzgar a nadie?

-¿Ah? ¡Vuelve a tu sitio y haz silencio Arioka! De lo contrario tendré que hacer referencia en su expediente. Así nunca llegará a ser un buen trabaj…

-Si con buen trabajador pensaba referirse a alguien como usted, ojalá me llene el expediente de malas notas y no pueda convertirme en uno nunca. - Siguió antes de, acto seguido, salir tras de mí, y, aunque yo me había quedado en el pasillo paralizado de la sorpresa, él pasó de largo hasta llegado un tramo en que se giró, me sonrió y se marchó. Me dejó anonadado. Nunca lo abría esperado… Pero entonces oí a los chicos de clase murmurar. Al parecer entre las mujeres de la sala se había vuelto un héroe en toda regla, al contrario que para sus nuevos ''amigos'', a quienes la noticia no les cayó demasiado simpática. Era obvio que usarían nuevamente esto de excusa para ir a por aquel niño idiota metomentodo.
Idiota… Chasqueé la lengua. Ya se había vuelto a meter en un lío. ¡Realmente era un idiota! ¿Por qué no se largaba de una vez? ¿Que quería; que lo mataran?

‘’Está loco…’’ Pensaba intentando no darle más importancia.

Continuara…

2 comentarios:

  1. ASDASD ME ENCANTO!!!
    esta muy interesante OwO
    pobre daichan como lo tratan los demas ;o;
    es fuerte porque encima vuelve!!
    y kei abuuu si que tienes poblemas u-u
    contii oneee^^

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  2. kyaaah ne-chan perdon que no te conteste antes!!!! Arigatoooou!!! >//////<

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