Dame tu corazón Cap.4

Capitulo 4: Dudas

Al día siguiente, como de costumbre caminé hacia la agencia tranquilamente y al llegar allí encontré al grupo riendo y jugando como niños como siempre.

-¿Qué ha pasado hoy? – Le pregunte a Dai-chan que estaba apoyado en la puerta mirando como Yuto perseguía a Hikaru por toda la habitación. Daiki solo me hizo un gesto con la cabeza señalando la mochila de Hikaru medio abierta en la que pude ver un paquete de galletas para perro sobre salir de ella.

-No…

-Sip

-Así que Yuto se confundió, ¿ne?

-Exacto…. Hikaru le pidió que le acercara el móvil y Yuto nada más verlas se puso furioso y no dejó que Hikaru le explicara nada.

-Ya veo

-¡Hikaru-kun, quieto ahí! ¿Por que sigues tratándome como tu mascota? Todo tiene su limite, ¡¿sabes?!

-Demo Yuto… - decía con voz entrecortada mientras corría  escondiéndose tras el sillón. – No me has dejado que te lo explique--

-Que me expliques ¿el que? – Dijo parando de repente y con la misma cara seria cogió el paquete de galletas y se lo lanzó a Hikaru – ¿Que para ti no soy más que un juego? – Y dicho esto y con lo ojos llenos de rencor se marchó de la habitación

-Yuto ¡espera! ¡Chotto Yutoo!- Hikaru intentaba con todas sus fuerzas ser escuchado por el menor, pero este se había negado por completo a querer saber nada de él por lo que se sentó en el sillon y bajando la mirada se puso a reflexionar con cara seria, seguramente buscando las palabras que debía utilizar para poder explicar a Yuto que no era como él había pensado, que todo tenía su razón de ser, que Hikaru, por más bromista que fuera jamás haría algo que pudiera hacer daño de verdad a los demás.Hasta yo sabía eso…

-Supongo que también fue un poco su culpa por estar siempre bromeando…. – Dije mirándolo algo preocupado…

-Ae Ae Hika-chan~ No te preocupes por eso. En cuanto se lo expliques lo entenderá ya verás – Dijo Daiki acercándose a el y dándole unas palmadas en la espalda.

-Demo…

-Ne, Hikaru, deja que se le pase y ves a hablar con él. Veras como todo se arregla - Dijo Yabu que había estado contemplando la escena con cara de sorprendido todo ese rato, acercándose a él.

- Hai – dijo entonces aparentando estar un poco más contento

-Parece que cuando Yabu le dice algo se calma ¿ne? – Le dije a Arioka

-Aja…esos dos están muy unidos…. Y seguramente Yuto y Hika también lo están, en el fondo, puede que incluso más de lo que sabemos.

-¿Eh? ¿Más? ¿Es eso posible? – Dije extrañado

-Hai.. de otra forma – me miró de reojo buscando complicidad.

-¿Eh? … - Yo no alcanzaba a comprender a qué se refería con aquello.

-Bueeeeeeno…es hora de empezar- dijo mientras se acercaba a Yabu

Pero a mi me había dejado del todo confuso. ¿Más? ¿De otra forma?  Definitivamente no había quien lo entendía…

-Hai, animo Hikaru, Yuto comprenderá que esas galletas son por que vas a visitar a tu tía

-Ya lo sabe demo…

-No le dijiste que tenía perro ¿ne?

-… -desvió suavemente la mirada hacia su derecha dejando escapar un leve suspiro, cualquiera hubiera entendido aquel acto como asentimiento y arrepentimiento a la vez. Fallo pequeño pero de gran importancia a la vez.

-Bueno, Chinen lo traerá de vuelta - Dijo Daiki dirigiéndole una sonrisa y un guiño de ojos a Chinen, quien estaba como ausente en el otro sillón y que, acto seguido, reaccionó, con una sonrisa afirmó con la cabeza y se dispuso a salir de allí pero no antes de que Hikaru le detuviera.

-Espera. Yo iré - Dijo preocupado pero con firmeza.

Cuando ya se encontraba un poco más cerca de la puerta, un susurro proveniente de Inoo cercó su oreja y le hizo estremecer.

-Asegúrate de hacerle comprender que para ti no es solo un juego – Aquello cada vez me confundía más…. ¿Por qué todos parecían saber lo que pasaba menos yo? Entonces vi a Inoo acercarse a Dai y tomándolo por la mano le hacía un gesto a Keito para que los siguiera. Instintivamente  este silbó y Morimoto como si de un pequeño hamstercillo se tratara acudió rápido y miró con sus ojitos brillantes de ilusión.

Tras eso, los vi salir por la puerta y supuse que irían a ensayar, cosa que yo tendría que hacer con Chinen, ahora que lo pensaba. Estaba a punto de salir cuando por la puerta entró el manager y pregunto por Yuto y Hikaru. Sin pensarlo dos veces, cogí mi mochila y sin mirarlo le contesté que se habían ido ya a ensayar, así que sólo se fue y al salir vi a Chinen mirarme y sonreír calidamente.

No me gustaba la sensación que me provocaba. No era como cuando me sonreían los demás, ni siquiera eres como cuando Maria sonreía y sentía ternura en mi interior. Esta vez me sentía extraño, no sé, era agradable y doloroso, confuso… Completamente confuso.

Me disponía a andar en pasillo arriba para dirigirnos a nuestra sala de ensayo cuando vi cambiar por completo la cara de Chinen a una de ¿preocupación? Y acto seguido corrió hacia mi y tomando mi mochila por el asa que tenía suelta, empezó ha comportarse de manera extraña.

-Yo lo llevaré – Dijo tirando de mi mochila.

-¿Ah? ¿Por qué? – Pregunté en estado de sorpresa

-Ah… es que me encanta. Y me encantaría llevarla, también – sonrió ampliamente, satisfecho con su conclusión, algo apresurada a mi entender, y se dio la vuelta para seguir con nuestro camino. Tampoco me gustaba la sensación que eso me producía así que solo dejé que la llevara.

-Chinen…

-¿Mmh? – me miró contento cargándola sobre un hombro.

-Ve despacio, es muy pesada - Dije casi en un susurro.

-¿Eh?- respondió casi sin querer sorprendido – ¡Ah! Hai – Sonrió de nuevo felizmente mientras pude notar como sus mejillas se sonrojaban un poco de ilusión. Absurdo. Ni que le hubiera dicho algo bonito…

Después de eso, el resto del día, el comportamiento extraño de Chinen iba cada vez a más… Parábamos cada dos por tres el ensayo por que decía estar cansado, cosa que nunca había hecho ni aun sudando a chorros; me obligaba a sentarme junto a él por si nos mareábamos de tanto ensayar, irónico ya que no estábamos adelantando nada; decía ir a por agua y volvía con una botella de agua para él, una para mi y un par de dulces de la máquina expendedora, y un sinfín de etcéteras.

-A Hikaru no le hará gracia que gastes su pastel favorito de la máquina - Dije mirando el pastel que tantas veces había visto en las manos de Hikaru estas ultimas semanas.

-No creo, además Hikaru odia este pastel – miró el pastel mientras me contestaba, como examinándolo antes de empezar a comer.

-Pues yo lo he visto con montones de ellos últimamente – respondí mirando también el pastel como acto involuntario al ver que él lo hacia.

-Aja… -sonrió pasa sí mismo y mordió el pastel- es que a Yuto le encantan – Respondió totalmente convencido. Sin embargo, no lo acabé de comprender… Juraría que los había visto a los dos comerlos por los pasillos tan alegremente.

Durante lo que quedaba de tarde, Chinen no me dejó ni si quiera coger una triste mochila o algo que tibiera un poco de peso de más. Con lo pequeño que parecía y la fuerza que podía llegar a tener.

La verdad fue realmente sorprendente, incluso llegué a asustarme. ¿Qué le pasaba? ¿Es que había estado siendo demasiado duro con él y ahora estaba más cansado? Quién sabe… Todo un misterio. Aunque eso no explicaba el que no me dejara llevar nada.

Al acabar el día, salí con pereza del cuarto de ensayos y me dispuse a andar por el pasillo hasta que al final de uno de ellos vi a Hikaru. Supuse que podía preguntarle sobre el tema de Yuto, por alguna razón me intrigaba y me picaba la curiosidad, pero antes de poder dar dos pasos, él mismo Yuto salía sonriente de la habitación contigua a Hikaru y se ponía a charlar con él como antes. La evidencia fue absoluta; habían firmado el acta de paz. Pensé entonces en simplemente salir de allí pero terminé, una vez más, por escuchar algo que no me incumbía.

-Ne, Hikaru-kun… Hontoni gomen – Entonces Yuto bajó la cabeza avergonzado, ¿aún estaban con esas? Hikaru sólo sonreía contento y contestaba sin darle demasiada importancia.

-¡Iie Yutiin! Ya te dije que no pasaba nada~ Deja de disculparte que con esta ya van 7 veces - rió y revolvió su cabello negro y brillante, aun un poco mojado por la ducha.

-Demo yo lo siento…

-Ocho.

-Pero es que yo queria disculparme por que…

-Nueve…

-Demo gomen porque…

-Diez… ¿En serio continuarás? Terminaré por cansarme de contar  – sonrió de nuevo y suspiro mirando al techo - Discúlpame tu a mi por hacerte entender mal, ¿ok?

- De veras no pensé que tu tía tendría perro… aun que sabia que la visitarías hoy… yo go…

De pronto la mano de Hikaru aterrizó sobre la boca del menos- dejémoslo en diez ¿ok? – apartó suavemente la mano tras haber ganado la batalla- Toma- Dijo lanzándole algo… un pastelito como los de esa tarde con Chinen. Pero algo fallaba…¿Hikaru no los odiaba? Sabor mango, poco común pero interesante, ¿por qué se lo comía? –Comételo rápido que sino no sabe tan bien – dejó entrever lo que parecía su lengua desde mi posición y dio un par de pasos.

Yuto sonrió mirando el pastel- No hacía falta esto

-¿Ah? ¿Ahora me lo vas a despreciar? – Le miró con atención, esperando la respuesta que quería oír.

-No… - Volvió a sonreír y comenzó a abrirlo con – Bueno Hikaru, me tengo que ir ya

- Te acompaño. Ves tirando, tengo algo que hacer primero – Dijo sonriendo suavemente.

-Ok, vale, te espero en la puerta.

-No tardaré…- Yuto ya salía por la puerta y Hikaru se giró hacia la papelera, despacio, mirándola con culpabilidad- Gomen… - dijo casi en un susurro y lo tiró a la papelera. Eran pastelitos de mango y a Hikaru nunca le había gustado el mango si no recordaba mal. De hecho de pequeño creo que era alérgico a su piel y por eso les cogió ya un poco de manía. Seguidamente, pensé que iría rápido con Yuto pero en vez de eso, se agacho delante de la papelera, volvió a coger el pastelito y mirándolo, siguió hablando - Gomen por no aclararte que eres mucho más que un juego- Y dicho esto se guardó el pastel de nuevo en la chaqueta.

Continaurá…

*Siguiente capitulo*

Quiero agradeceros de veras que siguas mi historia snif...!!!!
Sois geniales!!!
Flanni-chan
Soany ne-chan
Yukki ne-chan (L)
Arumi-chan
De veras gracias!!! >//////<