Destino

Titulo: Destino

Autora: Haine

Pareja: Yamachi

Genero: Shonen Ai~~

Extension: One-shot

Sin darme cuenta de lo que realmente quería casi te dejo escapar, realmente no me hubiera perdonado hacerte daño... e inconscientemente mis actos te lo han hecho, por eso aún estoy pidiendo perdón. Si no hubiese visto la realidad ¿qué habría pasado? ¿de verdad el destino existe?... entonces existiese o no... por favor quédate conmigo y no te marches nunca más.

Chinen estaba como siempre, sentado encima de las piernas de alguien, en ese momento estaba sentado encima mío. Normalmente me habría dado igual que Chinen estuviese en mis piernas, sin embargo, últimamente sin saber cuando ni como mis sentimientos habían cambiado... cuando veo a Chinen me sonrojo, cuando me abraza, inconscientemente lo aparto...tengo miedo...de hacernos daño.

-Ch-Chinen...puedes apartarte... es que me duele la barriga-tenía los brezos rodeándole la cintura...Entonces Chinen se giró su cara hacía mi e infló sus mofletes

-Pues vale –entonces se volvió a girar apartando mis brazos, levantándose así y yendo hacía Takaki.-Ne, Takaki ¿me dejas sentarme contigo?-entonces Chinen se auto invitó sentándose en sus piernas. Eso me molestó un poco... pero lo que más rabia me daba, es que a veces, Chinen se giraba susurrándole al oído cosas que aunque sabía que no eran lo que yo pensaba, no podía evitar pensar mal cosas como que estaban juntos.”no importa” pensé.

La primera vez, había sido yo el que había apartado en cierto modo de mi lado a Chinen, me lo tenía merecido.

La segunda vez que me puse celoso fue cuando estábamos en los ensayos de las clases de baile. Siempre estábamos todos en los mismos sitios, Chinen siempre había estado situado a mi lado.

-Hika-chan, me cambias el sitio? –oír eso por parte de Chinen, me afectó demasiado, giré bruscamente para ver que cara tenía... realmente parecía otro... Me quedé en completo estado de shook.

-Mmm.... claro, pero sólo hoy, ¿eh? –le dijo Hikaru sonriendo amablemente. Ahora Chinen estaba al lado de Yabu y yo  al lado de Hikaru.

De repente... Chinen se estaba alejando más y más de mí, era algo que entendía pero a la vez no comprendía. Realmente que esos actos viniesen de Chinen no lo entendía, sin embargo comprendía su comportamiento.

Era lo que yo le había estado haciendo durantes días y días, era normal que Chinen finalmente se cansara de mí porque, aunque siempre me alejaba, él era el que volvía a perseguirme.... Quizá ese sentimiento era el que me hacía feliz y ni siguiera logré darme cuenta de ello.  Tener a alguien importante... es algo realmente hermoso y yo lo único que había hecho era rechazar ese sentimiento una y otra vez.

Estábamos en los vestuarios, acabábamos de terminar las duras y cansadas clases de baile... Pasaron los minutos más rápidos de mía vida... en el mismo momento en el que terminé de ducharme y recogí todo... todos los demás ya se habían ido “que rápidos” pensaba, pero al girar del hueco en donde estaba logré observar que no estaba del todo sólo. Allí estaba Chinen recogiendo sus ultimas cosas... era el momento de decirle algo, aunque fuese lo mas mínimo... expresarle al menos un poco de mis sentimientos era el paso mas grande que podría dar...

-Ch-Chinen... puedo hablar un momento...¿contigo? –me sentía tan inseguro...

-Mmmm... gomen Yamada Tengo cosas que hacer – me dijo con las misma sonrisa que siempre tenía... esa tierna y dulce sonrisa que tanto habría extrañado que hiciese mirando hacía mi.

-Escucha Chinen....es importante –le dije agarrándolo del brazo para que no lograse marcharse por la puerta “por favor no te vayas de mi lado” eso era lo único que tenía que decir y sin embargo... las palabras no podían salir de mi boca...  Tenía miedo de que Chinen no quisiese nunca más estar conmigo.

-Yamada, ya te ha dicho que tengo prisa... suéltame por favor...

-Chinen no me ignores.... –elegí las palabras equivocadas...

-¿Quién ha estado ignorando a quien Yamada? –entonces se soltó de mi brazo, cogió su bolsa para marcharse dirigiéndose hacía la puerta cuando volvió a girarse y mirándome me dijo – Si tu todos los días me has tratado como un estorbo.... entonces ¿qué me reclamas? Sabes Yamachan? eres entupido. Al menos así tomas de tu propia medicina.

-“Yamada” o “Yamachan”? –esperé cinco minutos para poder dar por hecho que Chinen se había ido. De verdad sabía que Chinen tenía razón... todo lo que había hecho por el miedo que tenía había sido algo entupido.... yo...¿qué estaba haciendo? Salí de la agencia ya listo con mi mochila agarrada fuertemente...

Al alzar la vista pude observar que Chinen estaba sentado en la escalera de fuera, sentado y tiritando. En ese momento recordé que ese día Chinen no había traído su chaqueta y como siempre iba diciendo por el vestuario “no importa, el frío no podrá conmigo” y cosas similares.

Chinen, siempre, siempre, siempre se esperaba a que todos los miembros de los JUMP hubiesen salido de la agencia, porque sino no se sentía seguro, aunque no se fuese a casa con nadie, siempre se esperaba a que todos hubieran salido.... y hasta en ese momento  Chinen había sido tan dulce... a pesar de que sabía perfectamente que yo era el último en salir se había esperado... a pesar de que hacía tanto frío se había esperado a que yo saliese... me había esperado... a mi...

Chinen... pero... celos, dolor, cariño... realmente eso era lo que sentía con Chinen... yo no quería que Chinen se alejase.... Yo lo quería mucho, lo adoraba, quería estar con él.... lo amaba... realmente eso era lo que había sentido siempre... pero ahora toda la confianza se había ido...

Ver tiritando a Chinen me resultaba tierno y hasta doloroso... me quite la chaqueta y fui en dirección a él... cuando me puse detrás de él me agache y puse suavemente mi chaqueta sobre su espalda y homros.

-¿Qué haces Yama...da?- Entonces me acerque un poco más situándome a su lado y estando a escasos centímetros de distancia. Le abracé suave y delicadamente.

-Chinen... perdóname... Por favor... sólo no sabía como tratarte... porque realmente no quiero que te vayas a ningún lado en el que no puedas estar cerca de mi, porque ¿sabes? Hoy comprendí lo que significa querer mucho a alguien... y Chinen yo te quiero...

Sólo te pido, aunque no me quieras perdonar, que no te alejes de mí... por favor.... Siéntate encima de mis piernas como siempre haces, abrázame de improviso, salúdame, haz lo que quieras, pero por favor no te alejes de mi lado... –

Mientras iba diciéndole mis sentimientos a Chinen comencé a apoyar mi cabeza sobra sus hombros.

En ese preciso instante pequeños copos de nieve empezaron a caer ... y sabíamos que a esos pequeños copos les sucederían unos un poco más grandes.

Entonces empecé a escuchar ruidos extraños que provenían de Chinen el cual estaba con la cabeza entre los brazos porque por lo visto el frío le había vencido.

-Chinen...no llores

-No lloro Yamachan, es que tengo frío, ¿por quien me tomas? Que yo no soy tu... –me dijo volteando su cara y mirándome con su sonrisa... esa sonrisa que tanto me gustaba y que tanto la quería para mí...

Me dejé llevar por sus labios y sin saber como empecé a acercarme más y más a ellos... hasta que consiguieron unirse... por un momento pensé que Chinen pondría resistencia y que entonces me tendría que separar... pero por suerte no fue así... Cuando los separamos puse mi cabeza sobre la de Chinen pudiendo estar así más cerca de él...

-Yamachan... se esta calentito –me dijo con una cara muy sonrojada. Esa cara jamás podré olvidarla... me demostró tanto en sólo una mirada y en sólo una expresión... realmente consiguió que cayese en sus encantos...

-Chinen –dejé de mi frente en la suya para poder abrazarlo fuertemente, no quería que se fuese nunca... nunca... quería tenerlo todo para mí, su sonrisa, sus ojos, su sonrojos... todo... todo debía de ser para mí... porque realmente le quería tanto que me sería imposible vivir sin él... Le adoraba... quería que sólo estuviese conmigo para siempre...

-Yamachan... comenzaremos a resfriarnos de verdad sino nos apartamos de aquí...

-mmm... cierto... entonces... vamos –extendí mi mano para ayudarle a levantarse... a partir de ese momento sería siempre yo el que le ayudase siempre y eternamente. Mi chinen...

En el momento en el que Chinen se levantó ambos empezamos correr hacía al frente, cogidos de la mano, ahora si tomaremos el mismo destino... un destino en el que ambos estemos juntos... cueste lo que cueste, y pase lo que pase.... cambiaremos el destino a nuestro antojo....

FIN